Antes de empezar, quiero dar las gracias a mi gran amigo
Dani por hacerme partícipe de este blog al que dedica mucho esfuerzo. Yo voy a
poner mi granito de arena y contribuir en todo lo que pueda, empezando con esta
crítica del live-action de La Bella y la Bestia. ¡Así que empezamos!
NOTA: Se ha tratado de
no incluir spoilers en esta crítica. Se mencionan aspectos generales del
argumento pero sin entrar en detalles. De todas formas, yo recomiendo ver la
película antes y crear una opinión propia antes de ver las de los demás.
Yo antes del
live-action…
El clásico de La Bella y la Bestia ocupa un lugar muy
especial de mi infancia. Es la primera película Disney que vi en el cine, y la
magia que surtió en mí aún dura hasta hoy. La historia, los personajes, sus números
musicales, la ambientación, el vestuario que luce Bella,… todo dejó huella en
mí.
Para mí, este clásico, y todos los demás, son obras de arte
que no necesitan nada más, pero cuando Disney decidió empezar a versionarlos en
acción real, he de confesar que me hizo ilusión. Sin embargo, tras unas cuantas
decepciones, cuando se anunció La Bella
y la Bestia, la verdad es que mi actitud fue más bien escéptica, y al
comenzar la promoción mi reacción era más bien fría. Este fin de semana pasado,
dos semanas después del estreno y con el furor más calmado, por fin me acerqué
a verla. He tratado de verla sin muchas expectativas, no dejándome influir por
mis recelos iniciales. Soy consciente de que muchos no coincidirán con mi
opinión, y tampoco lo espero, porque como dicen “para gustos los colores” y
nunca se podrá alcanzar un consenso absoluto (¡qué aburrido sería entonces el
mundo!). Sólo espero que esta crítica contribuya a un debate sano.
LA HISTORIA: un
quiero y no puedo
“Un quiero y no
puedo”. Para mí esa frase sería la que mejor define a esta película. Al
contrario de anteriores remakes como Alicia, Maléfica o Cenicienta en los que
se trató de recontar el cuento a su manera, con nuevas ópticas y estéticas
diferentes, en La Bella y la Bestia
hubo desde el principio una voluntad de ser muy fieles al clásico original,
repitiendo números musicales e incluso gags cómicos. En principio, esto no
debería ser un reproche, es simplemente una decisión creativa que se tomó y que
puede gustar más o menos. Sé que a una gran mayoría les ha gustado que sea así.
A mí personalmente es una de las cosas que menos me atraían cuando empecé a ver
las primeras imágenes de la promoción. Yo soy de las que piensan que para ver
lo mismo me quedo con el original.
Sin embargo, el paso de la animación a la acción real
conlleva unas dificultades, entre ellas agujeros en la historia del clásico que
si bien en el original veíamos con indulgencia, aquí no podían repetirse. Es
por ello que en el remake se nos aclaran mejor los motivos de la maldición, los
efectos de ésta sobre los habitantes del pueblo, los lapsos de tiempo, la
manera en que se forja primero la amistad y después el amor entre Bella y
Bestia, etc. Además se introducen cambios como la profesión de Maurice, y se aportan
detalles y matices que enriquecen la historia, como el pasado de varios
personajes (Bella, Bestia, Gastón), los efectos continuos de la maldición en el
castillo,… En estos detalles se atisban ideas creativas muy buenas que hacen
la historia más interesante y diferente, pero desgraciadamente, estos
momentos se ven recortados. Da la impresión de que cuando los creativos
empezaban a desviarse demasiado del cauce marcado por el clásico, alguien daba
un toque para volver al hilo principal. Es por ello que algunas de estas modificaciones
a la historia original quedan forzadas o mal entendidas por su escaso
desarrollo.
El libro era buena idea ¿por qué no sacarle más partido?
No puedo dejar de pensar que en la preproducción hubo de haber
muy buenas ideas que hubieran hecho de La
Bella y la Bestia una película diferente pero que por una voluntad de
director, directivos o quien fuera, fueron deliberadamente coartadas por un
criterio más conservador.
Los personajes en
carne y hueso
No soy fan de Emma
Watson. Lo digo así de claro. No la considero una mala actriz, pero tampoco
veo esas cualidades tan excepcionales que muchos dicen, y sinceramente, en su
elección pienso que primó la popularidad de la actriz por la saga Harry Potter por
encima de su idoneidad, puesto que sus aptitudes para el cante no estaban
demostradas. Mi opinión sobre ella tampoco se vio favorecida por sus
declaraciones en la promoción, donde daba a entender que gracias a ella el
personaje de Bella había dado un giro de 180 grados. En el producto final el
personaje de Bella no es tan distinto del original, y aunque debo reconocer que
el trabajo de Emma Watson no me ha desagradado, sigo pensando que hay actrices
en el mundo adelante que lo hubieran hecho mejor y a las que se les ha
arrebatado la oportunidad. Hay momentos en la película donde las expresiones de
la actriz no transmiten que esté de verdad inmersa en la historia (véase de
ejemplo el número musical “Qué festín”). En cuanto a sus cualidades vocales, no
he podido disfrutar la película en versión original aunque sí he escuchado la BSO
en internet, y poco más hay que decir. Cuando es necesario recurrir en exceso a
la tecnología, mal vamos…
Se te seguirá recordando como Hermione
Dan Stevens me
consta que es un gran actor (tenéis que verlo en Legión, ¡hace un trabajo impresionante!)
y tenía experiencia en el musical, pero lamentablemente su trabajo se ve muy
deslucido en la película. En otra decisión creativa y técnica, se decidió
que la Bestia fuera generada prácticamente en su totalidad por ordenador. Aunque
hoy en día el trabajo de los animadores es impresionante, todavía no es capaz
de empatar con la realidad, y tristemente, cuando ves la película cuesta
apreciar la actuación del actor, aunque hay momentos donde sí consigues ver sus
expresiones y gestos.
La elección de Luke
Evans y Josh Gad para los personajes de Gastón y LeFou me ha parecido
perfecta. En mi opinión han encarnado con soltura a los personajes,
desempeñándose bien tanto en la parte musical como la actoral. Hay que decir
que la aproximación a los personajes es menos caricaturesca que en el clásico
animado, sobretodo Gastón, que mantiene su arrogancia y vanidad pero cuya
maldad intrínseca se aprecia menos al principio de la película, pero a mí me
han convencido ambos. Otro actor a destacar es Kevin Kline, cuyo personaje es de los que ha sufrido una mayor
transformación, dejando el papel cómico de la versión animada para desempeñar
un papel algo más sentimental. Su historia pasada es totalmente nueva y quizá
ha sido poco y mal explicada, pero conmueve y el personaje resulta entrañable.
El resto del reparto contiene grandes nombres de la
actuación con gran experiencia y desde el principio me parecieron bien
elegidos, especialmente Emma Thompson. Es una lástima que no haya podido verla
en versión original, porque su actuación en carne y hueso se limita a los
últimos minutos. En general son los mismos personajes que en el original aunque
Din-don esté quizá un poco más relegado. En cambio aparecen personajes más
secundarios (o incluso de la secuela animada como Cadenza) que han dado un aire
fresco al servicio del castillo.
La ejecución
Pienso que muchos de los fallos que he encontrado a esta
película se hubieran evitado con la elección de otro director. Bill Condon no tiene en su haber una
filmografía muy extensa y ninguno de sus proyectos anteriores se asemeja en
algo a éste. Quizá por eso ha derrochado esfuerzos en los aspectos más vistosos
de la película dejando de lado aspectos más importantes como la historia, el guion
o el desarrollo del mismo.
La película derrocha espectacularidad en los aspectos
técnicos, especialmente en el castillo y los objetos animados. En su mayor
parte, la acción real y la animada se integran a la perfección, dando un gran
realismo a los objetos por ejemplo, pero por muy avanzada que sea la
tecnología, hay un límite que no se debe traspasar. Como ya comenté en el
apartado anterior, la actuación de Dan Stevens en toda la película se ve muy
afectada por haberlo hecho totalmente animado. El personaje más entrañable del
clásico original ha perdido efectividad en su versión de “carne y hueso”
especialmente en el momento más importante de la película. Sí, estoy hablando
de El Baile.
¿Alguien ve la pasión?
Hasta ahora sólo mencioné de pasada los live-action
anteriores porque no quería hacer comparaciones más allá de la del clásico,
pero aquí no puedo evitar hacer referencia a otro baile muy destacado: el de Cenicienta. Sin ser una película
perfecta, Cenicienta fue para mí el remake más acertado hasta la fecha, y ya
sólo por esa escena tan memorable es digna de destacar. Cuando la vi por
primera vez en el cine, esa escena me dejó impactada y aunque sabía que el
cuento en cuestión era el de Cenicienta, en mi cabeza tenía muy claro que para
esa secuencia el director Kenneth Branagh había hecho un homenaje en toda regla
a La Bella y la Bestia. En ella
teníamos un decorado rococó más acorde con el castillo de la Bestia que con el
más geométrico del príncipe; teníamos un vestido pomposo y exuberante que con
cada movimiento levantaba exclamaciones de admiración (¡hasta se oía el fru-fru
de las múltiples capas de tela!); y ¿qué decir de la química entre los actores?
Traspasaba la pantalla, casi podíamos oír sus latidos acelerados, y por sus
miradas entendíamos a la perfección que sus personajes estaban totalmente
enamorados el uno del otro. ¿No es esto lo que experimentamos en su momento con
el baile original de Bella y Bestia? Pues lamentablemente, esta nueva versión
de ese baile mítico me dejó totalmente fría. La química entre la pareja es
prácticamente nula, entendible por una parte dado que una mitad es un artificio
digital, pero la actuación de Emma Watson destaca por su inexpresividad y
rigidez, no transmitiendo nada del sentimiento que la escena requería. Pero no
es sólo la pareja protagonista la que destruye la magia, sino que la ejecución
de toda la secuencia rompe la atmósfera por completo, apartando la cámara
constantemente de la pareja para mostrarnos el salón de baile y provocando una
desconexión del momento, un error imperdonable del director Bill Condon.
Y a esto debemos sumarle
el decepcionante vestido que misteriosamente cambia de una foto promocional a
otra. ¿Por qué las capas de la falda son más largas en unas fotos y luego en la
película son más cortas? Que yo sepa no se ha dicho nada al respecto, pero
somos varios los que sospechamos que la escena se tuvo que regrabar porque el
vestido no tenía el movimiento adecuado, demostrando un fallo de diseño
imperdonable en esta película (estamos hablando de que el original figura en el
top 10 de los mejores vestidos de la historia del cine). Y si no bastara con
eso, los retoques digitales en el mismo movimiento son demasiado evidentes como
para que parezca natural. En definitiva, el resultado es una escena carente de
emoción, y mal ejecutada que dudo que perdure en el recuerdo.
¿Dónde están las capas del vestido?
LA PARTE MUSICAL
Como ya he comentado antes, para bien o para mal, la
película es muy fiel al clásico, y eso incluye los números musicales. Todas las
canciones que marcaron nuestra infancia están ahí: Bella, Gastón, Qué festín,
etc. Y en la mayoría de ellas, la puesta en escena es prácticamente tal cual el
clásico, incluso repitiendo varios gags cómicos. Simplemente se han adaptado a
la acción real. ¿Eso está mal? Para nada, como ya dije antes, a muchos les
habrá encantado y a otros no. Yo hubiera preferido algo más distinto, pero en
general me han gustado salvo quizá Qué
festín, el más difícil de traducir del mundo animado al real. La mayoría de
las coreografías de los objetos son inverosímiles en imagen real, por mucho que
recurras a la animación 3D, y el efecto colorido y emocionante del clásico
original no se consigue en el live-action, siendo una imitación bien ejecutada
pero menos impactante.
Además, algunos de los números han sido alargados añadiendo
más acciones, como por ejemplo el baile sobre las mesas de Gastón o alguna
interacción de Bella con sus vecinos durante Bella. Me han gustado esos cambios
por la novedad y la diferenciación con el clásico, pero hacen que duren
demasiado los números. Cuando estoy metida de lleno en la música, el tiempo
suele volar para mí, pero en esta película se me hicieron largos de más.
A mayores de las canciones ya conocidas, para esta película se
han creado dos canciones nuevas, Días al
sol, que es una manera de explicar cómo se siente cada personaje en el
castillo, y Esperándola sin más, un
solo de la Bestia cuando Bella regresa al pueblo. Si bien la primera es bonita
y queda bien introducida en la trama, la segunda resultó decepcionante para mí.
Dejando a un lado que la voz de Bestia no es extraordinaria en su versión
doblada, la puesta en escena, en las escaleras de la torre, es de lo más sosa y
cursi, moviéndose como el personaje de Sandy de Grease en la canción Hopelessly
devoted to you (la parte del jardín, con la pérgola), y carente de la emoción
que en cambio sí tenía el rugido en el clásico original, que transmitía mucho
más sentimiento y dolor por la pérdida de Bella que los algo más de 3 minutos
de canción.
La polémica
El protagonista de la polémica
Quiero dedicar unas palabras de esta crítica a destacar el
error garrafal que cometió Disney al anunciar a bombo y platillo que la
película incluía una escena homosexual. No quiero describir la escena en
cuestión por mantener la crítica libre de spoilers, pero simplemente diré que
es algo muy tenue, nada explícito y que hoy en día no resulta para nada
innovador ni valiente. Y sin embargo desde la promoción se ha magnificado el
hecho de manera desproporcional provocando que países (e incluso estados dentro
de los Estados Unidos) hayan prohibido la película, privando a mucha gente de
verla. Si no se hubiera hecho mención, la censura de algunos de estos lugares
tan retrógrados puede que ni le hubieran dado importancia. Este hecho contrasta
con otro reciente, el del primer beso homosexual en una serie de Disney
Channel. Este hito no se llegó a anunciar, sino que fueron los propios
espectadores los que lo difundieron en las redes. Es decir, ese beso se
introdujo de una manera natural y sin que fuera un hecho fuera de lo común,
como debe ser tratada hoy en día la homosexualidad. Sin embargo, para la
promoción de La Bella y la Bestia se decidió que la polémica era una
herramienta más para vender la película, algo que en mi opinión demuestra que
no tenían la suficiente confianza de que su producto fuera tan bueno.
El doblaje
Sobre este apartado se ha hablado muchísimo y poco más se
puede añadir. Lo que es en el aspecto hablado no hay ningún problema, todos los
profesionales han realizado una gran labor. La parte musical es otra cuestión.
Es bastante sorprendente que hayan permitido que haya una desincronización tan
notoria en el personaje de Bella. Si bien la voz de la cantante era apropiada
en cuanto a que no suena muy diferente de la voz hablada, yo que no soy muy
puntillosa en cuanto a la sincronización, lo llegué a notar muy a menudo. Y por
otro lado, la voz cantada de Bestia no me pareció que estuviera a la altura
aunque tampoco me desagradó en exceso.
Conclusión
No puedo decir que no me haya gustado la película porque las
dos horas que estuve en el cine las disfruté. Pero a pesar de eso, sé que esta
película no me ha producido un recuerdo memorable como sí ocurrió con el
clásico. La sensación general que me ha dejado es que han desaprovechado una
gran oportunidad. Tenían todos los ingredientes para haber conseguido la
versión definitiva del cuento, y no ha sido así. Había buenas ideas detrás que
no han logrado cuajar, en gran medida por las malas decisiones de los que
capitaneaban el proyecto, y con esto no quiero echar toda la culpa al director,
que la tiene, pero me temo que aquí los directivos de Disney tuvieron mucho que
decir.
Una compañía como Disney no puede permitirse que sus
películas, por muy taquilleras que sean, no trasciendan más allá del momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario